Bélgica
El Comité examinó el segundo informe periódico de Bélgica
(CEDAW/C/BEL/2) en sus sesiones 300ª y 301ª, celebradas el 26 de enero
de 1996 (véanse CEDAW/C/SR.300 y 301).
El informe fue presentado por el Representante Permanente de Bélgica
ante las Naciones Unidas y por un representante del Gobierno Federal y sendos
representantes de las comunidades flamenca y francesa, quienes destacaron que
el informe que se examinaba, presentado en 1992, estaba hasta cierto punto obsoleto
ya que la reforma constitucional de 1994 había establecido un sistema
federal por el que se otorgaba a las comunidades y a las regiones la misma categoría
que a la autoridad federal.
Se comunicó al Comité que las reservas formuladas en relación
con el artículo 7 y el artículo 15 de la Convención se
retirarían, en vista de que se había aprobado una nueva ley por
la que se permitía a la mujer el ejercicio de los poderes reales, y que
las modificaciones que se habían introducido en la Constitución
habían invalidado la reserva relacionada con el derecho matrimonial.
Se retirarían esas reservas a la vez que se estaban revisando las reservas
formuladas a todos los instrumentos de derechos humanos, de conformidad con
la Declaración y Programa de Acción de Viena.
La igualdad era una prioridad para la autoridad federal, las comunidades y las
regiones. Se tomaban en serio los compromisos contraídos a nivel internacional
y europeo en relación con la promoción de los derechos humanos
de la mujer. Con ese fin, se habían establecido varios puestos de alto
nivel, incluido el de Ministro Federal para la Igualdad, quien también
era Ministro del Empleo y el Trabajo, y el de Ministro para la igualdad en el
Gobierno Flamenco, en tanto que en la comunidad francesa, el tema es de la competencia
directa del Ministro Presidente, en su calidad de jefe del Gobierno. Entre las
cuestiones de interés prioritario contaban la erradicación de
la violencia contra la mujer, la discriminación en materia de empleo,
la reducida participación de la mujer en el proceso de adopción
de decisiones a nivel gubernamental, la salud de la mujer, las actitudes que
perpetuaban la discriminación basada en el sexo y los estereotipos en
los medios de difusión.
Para realzar la participación de la mujer en la economía y en
la adopción de decisiones, se habían adoptado numerosas medidas
positivas en pro de la mujer. Para aumentar la participación de ésta
en la vida pública, en 1994 se había aprobado una ley que estipulaba
que el número de candidatos del mismo sexo no debía exceder de
las dos terceras partes en ninguna lista electoral. Como resultado de ello,
la proporción de mujeres había aumentado del 10% al 12% en las
elecciones comunales y el número de mujeres había aumentado de
6 a 8 (32%) en las elecciones para el Parlamento Europeo. Los medios de información
constituyen otra esfera en que se alienta muy especialmente la participación
de la mujer.
Para combatir la violencia contra la mujer, el Gobierno había aprobado
una nueva ley sobre violación, en cuya definición se incluían
la violación en el matrimonio y las relaciones homosexuales. Se habían
adoptado una serie de medidas para evitar la victimización secundaria,
entre ellas la creación de un conjunto de instrucciones y recomendaciones
para atender a las víctimas de agresión sexual que se utilizaría
en las estaciones de policía y una campaña en la comunidad médica
para establecer certificados médicos confidenciales para las víctimas.
En 1995 se había aprobado una ley de importancia transcendental sobre
la trata de seres humanos en la que se incluían disposiciones relacionadas
con actos cometidos fuera del territorio.
Se informó de que la interrupción voluntaria del embarazo se había
legalizado en determinadas circunstancias en que las mujeres se encontraban
en situaciones angustiosas, previa solicitud verificada y presentada por escrito
por la mujer. Como parte de las medidas preventivas, se proporcionaban información
y asesoramiento psicológico.
Los representantes afirmaron que la mujer tenía acceso al crédito
y a los préstamos y que podía participar en todos los aspectos
de la vida cultural.
Observaciones finales del Comité
Introducción
El Comité acogió con satisfacción la presentación
detallada y exhaustiva de Bélgica, que reflejaba la importancia que el
país atribuía a la Convención. El Comité tomó
nota asimismo de la información actualizada presentada en el informe
verbal, que complementaba el informe escrito, abordaba las cuestiones planteadas
por los expertos, y ayudaba al Comité a reconocer plenamente la importancia
de los esfuerzos que se habían hecho recientemente para aplicar la Convención.
El Comité tomó nota de los esfuerzos del Gobierno Federal y las
comunidades francesa y flamenca por compartir plenamente la riqueza y la diversidad
de sus experiencias en materia de promoción de la igualdad de la mujer
en sus comunidades respectivas, al enviar a representantes de las tres comunidades
a presentar el informe.
Aspectos positivos
El Comité acogió con reconocimiento la intención de Bélgica
de retirar sus reservas respecto de la sección b) del artículo
7 en relación con las funciones reales, y del artículo 15 en relación
con los bienes propios de la mujer casada de las zonas rurales.
El Comité acogió favorablemente la amplia representación
del Consejo de Igualdad de Oportunidades, cuyos integrantes procedían
de diversos sectores, tales como organizaciones no gubernamentales, organizaciones
de jóvenes y otros miembros de la sociedad.
El Comité encomió la orientación multicultural de los programas
gubernamentales sobre la mujer en que se respetaban las identidades culturales
en el marco general de un sistema federal.
El Comité expresó su satisfacción por la aclaración
que hizo el Gobierno de la definición de violación en la que se
incluía la violación en el matrimonio, y por su campaña
para combatir la violencia contra la mujer mediante la movilización de
los medios de difusión con esos fines. También expresó
su reconocimiento al Gobierno por los subsidios que aportaba a los refugios
para víctimas de la violencia y a los programas de capacitación
encaminados a sensibilizar a los organismos encargados de hacer cumplir las
leyes en relación con la violencia contra la mujer.
El Comité tomó nota asimismo de la aprobación de una ley
de importancia trascendental contra la trata de personas, la prostitución
y la pornografía, de aplicación extraterritorial, que constituyó
una medida decisiva del Gobierno de Bélgica para hacer frente a la cuestión
de la explotación sexual de la mujer.
El Comité acogió con agrado los esfuerzos del Gobierno por adoptar
medidas de acción afirmativa, incluso en el plano legislativo, para promover
el acceso de la mujer a puestos de alto nivel en el sector público, y
para nombrar candidatas a ocupar puestos en los órganos consultivos gubernamentales.
El Comité tomó nota con interés y satisfacción del número cada vez mayor de mujeres que participaban en política a nivel local.
El Comité tomó nota con interés de la despenalización
de la interrupción voluntaria del embarazo y de la observancia de la
confidencialidad al prestar asesoramiento a las mujeres que podían optar
o no por ese procedimiento, y acogió con agrado la información
de que no se había producido un aumento en el número de solicitudes
de interrupciones voluntarias del embarazo.
Principales temas de preocupación
A la vez que encomió los esfuerzos del Gobierno por promover la igualdad
de la mujer, el Comité reconoció que la presencia de la mujer
en la vida pública y política, en cargos públicos de alto
nivel, en el servicio diplomático, en las fuerzas armadas, en los partidos
políticos y en los sindicatos era relativamente reducida.
El Comité también tomó nota de la persistente diferencia
salarial y de la segregación en el lugar de trabajo entre hombres y mujeres,
así como de las tasas de desempleo más elevadas entre las mujeres,
lo que daba lugar al fenómeno de feminización de la pobreza.
El Comité observó que la interrelación de los numerosos
mecanismos nacionales para la mujer en los planos federal y local podía
crear problemas de superposición de tareas y de coordinación.
En el informe escrito no había datos estadísticos ni se analizaban
los artículos, lo que a todas luces no reflejaba la riqueza de la presentación
verbal.
El Comité expresó interés y preocupación en relación
con los esfuerzos realizados por atender las necesidades de los grupos minoritarios,
tales como las mujeres migratorias.
También preocupaba a los miembros del Comité la cuestión
de la discriminación de la mujer en materia de seguridad social y tributación.
Preocupaba también al Comité el alto número de mujeres,
en comparación con los hombres, con empleos de jornada parcial, y la
discriminación oculta que ello representaba.
Sugerencias y recomendaciones
El Comité recomendó que los mecanismos nacionales para la mujer
y otros mecanismos encaminados a fomentar la igualdad examinasen la posibilidad
de establecer un sistema de supervisión para garantizar una coordinación
eficaz y evitar discrepancias entre las regiones.
El Comité sugirió que se presentasen más datos estadísticos
y un análisis de los artículos de la Convención, en lugar
de una presentación de jure. Se debían suministrar datos adecuados
sobre la mujer de las zonas rurales, sobre la utilización del tiempo
de la mujer en el hogar, sobre los hogares que tienen a una mujer por cabeza
de familia y sobre las actitudes hacia las mujeres de las minorías de
las comunidades africana y del Magreb.
Se debían adoptar medidas para hacer frente a la discriminación
oculta en materia de seguridad social y tributación entre diferentes
grupos de mujeres y equilibrar el número de mujeres y hombres que trabajan
a jornada parcial.
Para abordar la cuestión de la diferencia salarial, debía estudiarse
la posibilidad de revaluar y reclasificar los puestos de trabajo con miras a
aumentar el nivel de los empleos desempeñados por mujeres.
El Comité sugirió que el Gobierno promoviese el interés
en la participación de la mujer en los deportes y en los reportajes de
los medios de información sobre esos eventos.
En el próximo informe debían presentarse programas y proyectos
que atiendan a las necesidades de las mujeres migratorias y otras mujeres vulnerables.
El Comité recomendó que en el próximo informe se presentasen
más datos concretos sobre los efectos de las políticas gubernamentales
de acción afirmativa y sobre los obstáculos encontrados durante
su aplicación.
El Comité también recomendó que se siguiese de cerca las
consecuencias de la aplicación de la ley contra la trata de personas
y que en el próximo informe que se presentase al Comité se proporcionara
información al respecto.
El Comité recomendó al Gobierno de Bélgica que adoptase
medidas para incluir el valor del trabajo no remunerado en el sistema de cuentas
nacionales, de conformidad con lo indicado en la Plataforma de Acción
de Beijing.