Etiopía
El Comité examinó los informes inicial, segundo y tercero combinados
periódicos de Etiopía (CEDAW/C/ETH/1-3 y Add.1) en sus sesiones
292ª y 293ª, celebradas el 19 de enero, y en su 299ª sesión,
celebrada el 24 de enero de 1996 (véase CEDAW/C/SR.292, 293 y 299).
Al presentar los informes, la representante de Etiopía dijo que la situación
política de su país no siempre había sido favorable a la
aplicación de la Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer. Al momento de la ratificación,
se gastaba cerca del 60% del presupuesto nacional en actividades bélicas.
La guerra estuvo acompañada de sequía y hambre que habían
costado millones de vidas. El cambio de Gobierno en 1991 ocasionó una
transición de la guerra a la paz, de la dictadura a la democracia y de
una economía dirigida a una economía más orientada al mercado.
El nuevo Gobierno había heredado una situación agravada por una
crisis social, con millones de personas desplazadas, refugiados, desempleo y
la destrucción de la poca infraestructura de servicios sociales que el
país poseía. En 1994 se adoptó una nueva Constitución,
y en 1995 se constituyó un Gobierno federal. La representante indicó
que los cambios políticos recientes promovían el bienestar de
la mujer etíope. Un paso importante había sido la adopción
de la Política Nacional sobre la mujer.
La representante señaló que la situación de las mujeres
en Etiopía había resultado especialmente difícil debido
al atraso económico del país y las condiciones desfavorables del
acceso de las mujeres a las oportunidades. Destacó que el Gobierno estaba
empeñado en el adelanto de la mujer. Una manifestación de ese
empeño fue la creación de la Oficina de Asuntos de la Mujer adscrita
al Gabinete del Primer Ministro. Se habían adoptado varias medidas para
abocarse a las disparidades de género. La nueva Constitución reflejaba
un firme compromiso con los principios de la Convención. Cerca del 3%
de los escaños del Parlamento estaban ocupados por mujeres. Las mujeres
estaban cada vez más representadas a nivel local y a nivel de la comunidad.
La representante señaló además que Etiopía había
adoptado sin reservas la Plataforma de Acción de Beijing y se estaba
centrando en la reducción de la pobreza como la esfera crítica
primordial de interés. La pobreza constituía la causa fundamental
de los muchos problemas a que hacían frente las mujeres. La Oficina de
Asuntos de la Mujer se proponía reunir estadísticas separadas
por género para observar el efecto de las políticas y los programas
sobre las niñas y las mujeres. Además de la voluntad política
y el empeño existentes del Gobierno, el logro de los objetivos de la
política nacional sobre la mujer exigía considerables recursos
financieros y materiales. La representante afirmó que mucho se esperaba
de la comunidad internacional de donantes.
Observaciones finales del Comité
Introducción
El Comité expresó su reconocimiento por el informe franco y honesto
y por la presentación igualmente franca. El hecho de que la propia Ministra
de Asuntos de la Mujer hubiera presentado el informe era indicativo del empeño
en el adelanto de la mujer en el país. El Comité también
expresó su reconocimiento por el hecho de que Etiopía hubiese
ratificado la Convención al igual que varios otros instrumentos internacionales
de derechos humanos, y que hubiera aceptado la Declaración y Plataforma
de Acción de Beijing sin reservas.
Factores y dificultades que afectan a la aplicación de la Convención
El Comité determinó que los principales factores y dificultades
que afectaban la aplicación de la Convención eran la pobreza,
las arraigadas costumbres y tradiciones, el analfabetismo, las altas tasas de
natalidad, y el desempleo. Éstos se veían agravados por la existencia
de diferentes tipos de leyes, las nacionales y una variedad de leyes consuetudinarias
y religiosas.
Aspectos positivos
Se expresó reconocimiento por la voluntad política de adoptar
una política nacional para el adelanto de la mujer y políticas
con una perspectiva del género, así como por la creación
de centros de coordinación para la mujer en los órganos políticos
de adopción de decisiones en los planos nacional, regional y local.
El Comité elogió al Gobierno por los compromisos adoptados en
la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en septiembre
de 1995.
El Comité acogió con satisfacción la elevada proporción
de mujeres a nivel de los gobiernos locales.
El Comité acogió con satisfacción las actividades en materia
de adopción de medidas positivas para las mujeres a nivel universitario.
Motivos principales de preocupación
El Comité tomó nota con preocupación de que ni el informe
combinado ni la adición se ceñían a las directrices generales
del Comité, lo que había creado obstáculos para un diálogo
constructivo entre el Comité y el Estado parte.
El Comité estimó que si no se definían claramente las esferas
de competencia de los mecanismos establecidos para modificar la condición
jurídica y social de la mujer y si no se conseguía suficiente
financiación, las iniciativas podrían verse obstaculizadas.
Al tiempo que elogió la traducción de la Convención al
amhárico, pese a ello el Comité expresó su preocupación
por la difusión insuficiente de la Convención, habida cuenta del
número de otros idiomas que también se hablaban en el país.
Además de los obstáculos culturales profundamente arraigados,
preocupaban al Comité las leyes discriminatorias aún vigentes
en el plano nacional y la persistente discriminación en el seno de la
familia.
El Comité expresó gran inquietud por la cuestión de la
práctica generalizada de la mutilación genital femenina, así
como por la incidencia de la violencia contra mujeres y niñas, y por
la insuficiencia de las medidas para erradicarla.
El Comité dio a conocer su inquietud por la prevalencia de la prostitución
y la promiscuidad entre los varones, que aumentaban la propagación del
SIDA. El matrimonio precoz también constituía una gran preocupación
para el Comité.
El Comité tomó nota con preocupación de la escasa representación
de las mujeres en los niveles más altos de decisión y expresó
dudas acerca de la efectividad de los programas formulados y aprobados con la
participación de mujeres en esos niveles. También expresó
dudas acerca de la eficiencia de las medidas que pudieran tomarse para erradicar
la pobreza mientras el porcentaje de mujeres en el gobierno se mantuviera tan
bajo como en la actualidad.
El Comité expresó su inquietud por el elevado nivel de analfabetismo,
la elevada tasa de deserción escolar, el acoso sexual de las mujeres
en las escuelas y la falta de programas de capacitación profesional.
Sugerencias y recomendaciones
El Comité sugirió que los informes posteriores se ajustasen a
las directrices generales del Comité para la presentación de informes.
Cuando se disponga de recursos, la Convención deberá traducirse
a tantos idiomas locales como sea posible a fin de pueda beneficiar a un gran
número de personas.
El Comité sugirió que se efectuase un examen de las leyes consuetudinarias
vigentes en los grupos étnicos a fin de evaluarlas en cuanto al fondo
y a su compatibilidad con las convenciones internacionales y la legislación
nacional.
Deberían instaurarse con urgencia programas de sensibilización
y medidas jurídicas para abolir la práctica de la mutilación
genital femenina y todas las demás prácticas de dicha índole
que discriminasen contra la mujer. Debería prestarse ayuda a quienes
realizasen la mutilación genital femenina para que hallasen otras fuentes
de ingreso.
Se deberían implantar programas de capacitación orientados a rehabilitar
a las prostitutas e impartir a éstas y a otras mujeres conocimientos
que les proporcionen otras fuentes de ingresos.
El Comité recomendó que se incrementase el número de mujeres
en las posiciones de decisión en los poderes públicos y que se
estableciesen programas que las alienten a ocupar cargos de decisión.
Deberían adoptarse medidas, inclusive medidas y programas temporales
especiales, para otorgar igualdad de acceso a la enseñanza y la capacitación
de alta calidad a niñas y mujeres.
La edad para contraer matrimonio debería ser la misma para niños
y niñas.
El Comité instó al Gobierno a desarrollar programas que garanticen
el acceso de las mujeres a servicios primarios de salud, especialmente de salud
reproductiva, educación para la vida familiar y planificación
familiar.
Debería implantarse un programa intensivo para luchar contra la propagación
del VIH/SIDA. Debería garantizarse a las mujeres y los hombres infectados
igualdad de disfrute de sus derechos humanos.
El Gobierno debería recabar apoyo internacional para los programas de
mitigación de la pobreza y de educación y para ayudar a la aplicación
de las recomendaciones que figuran en los párrafos 155, 157, 159 y 161
del presente informe.
No deberían escatimarse esfuerzos para lograr un entorno estable y pacífico
sostenible a fin de reconstruir el país y crear las condiciones necesarias
para el desarrollo sostenible y la integración de la mujer.