Italia
El Comité examinó los informes periódicos segundo y tercero
de Italia (CEDAW/C/ITA/2 y 3) En su 346ª sesión, se informó
al Comité de que su Mesa había obviado la norma general que requiere
la publicación simultánea de documentos oficiales en todos los
idiomas de trabajo del Comité, por lo que estuvo de acuerdo en examinar
el documento CEDAW/C/ITA/3 sobre la base de la versión inglesa editada.
en sus sesiones 346ª y 347ª, celebradas el 15 de julio de 1997 (véase
CEDAW/C/SR.346 y 347).
Al presentar los informes, la representante de Italia dijo que las estrategias
básicas de Italia con respecto al adelanto de la mujer eran la incorporación
de una perspectiva de género y la habilitación de la mujer y que
se percibía la diferencia de género como un recurso y no como
una desventaja. La representante observó que las mujeres en Italia buscaban,
a la sazón la libertad, la independencia y el desarrollo personal y ya
no estaban dispuestas a verse limitadas a cumplir funciones sociales y familiares
estereotipadas.
La representante observó que las italianas habían alcanzado altos
niveles de instrucción y cada vez estaban más integradas al mercado
de trabajo. Indicó que, paradójicamente, el aumento del empleo
de la mujer se manifestaba en la alta tasa de desempleo entre las mujeres puesto
que éstas ya no aceptaban volver a su papel tradicional de amas de casa.
La representante dijo que, lamentablemente, las actitudes masculinas y las estructuras
básicas de la sociedad no habían cambiado al mismo ritmo que el
de la emancipación de la mujer, y que con frecuencia los hombres se oponían
decididamente a la participación de la mujer en la sociedad.
La representante señaló que las directrices básicas para
la intervención gubernamental en favor del adelanto de la mujer se esbozaban
en la directriz del Primer Ministro aprobada el 7 de marzo de 1997. La directriz,
dirigida a todos los niveles de la administración pública tanto
en el ámbito nacional como local, había sido formulada tras prolongadas
consultas y debates parlamentarios y disponía que todos los miembros
del Gabinete aplicasen la Plataforma de Acción de Beijing.
La representante informó al Comité de que Italia atravesaba en
esos momentos un período de reforma del sistema de asistencia social,
y que al mismo tiempo se estaban adoptando medidas para su integración
a la Unión Monetaria Europea. Observó que esas reformas podían
ir en detrimento de la mujer y, por ese motivo, eran fundamentales las medidas
tendientes a incorporar una perspectiva de género en la reforma del sistema
de asistencia social que Italia ya estaba aplicando.
La representante señaló a la atención del Comité
las medidas que se habían adoptado en Italia para reducir el horario
de trabajo y crear empleos, incluidas estrategias basadas en la comunidad que
alentaban el espíritu empresarial entre las mujeres, por ejemplo, el
otorgamiento de préstamos en condiciones favorables.
La representante indicó que en la sociedad italiana la carga de las responsabilidades
familiares seguía recayendo principalmente sobre las mujeres, aunque
había indicios de que los hombres ya estaban asumiendo responsabilidades
en ese sentido. Indicó que el Gobierno estaba aplicando políticas
y medidas tendientes a consolidar un cambio de perspectiva, entre ellas, la
creación de oportunidades para la atención de la infancia, facilitadas
por créditos fiscales e incentivos para organizaciones sin fines de lucro.
Además, se estaban presentando proyectos de ley sobre licencia por nacimiento
de hijos, así como medidas para introducir horarios de trabajo flexibles.
La representante también mencionó la creación de asociaciones
de tiempo compartido, en su mayor parte bajo la gerencia de mujeres, que propiciaban
el intercambio de conocimientos prácticos y servicios en las comunidades.
La representante informó al Comité de que se había preparado
un proyecto de ley sobre la violencia contra la mujer en el hogar, y que se
había creado una comisión que se encargaría de investigar
las denuncias de tortura, incluidas las violaciones, perpetradas por soldados
italianos durante la misión de paz en Somalia en 1993. La representante
observó que las italianas habían participado activamente en misiones
de paz en el Oriente Medio, la ex Yugoslavia y Albania, y que el ingreso de
la mujer en las fuerzas armadas italianas había dado motivo a que se
redefiniera la función que cumplían las fuerzas armadas en el
país.
La representante indicó que seguía habiendo poca representación
femenina en puestos de dirección y que se estaban adoptando medidas para
cambiar esta situación mediante enfoques que fomentaran la emancipación
general de la mujer. Observó que en esos momentos había más
mujeres ocupando puestos de dirección a nivel local y municipal. En particular
existía una muy buena representación de la mujer en los gobiernos
municipales del sur, incluida Sicilia.
La representante informó al Comité de que se habían lanzado
en Italia campañas educacionales de lucha contra el racismo y la xenofobia,
basadas en un modelo de sociedad multicultural. Observó que no sólo
era necesario educar a la próxima generación, sino que también
deberían crearse mecanismos para que las personas aprendieran las unas
de las otras.
En sus conclusiones, la representante dijo que, si bien quedaba mucho por hacer
en relación con la aplicación de la Convención en Italia,
se había logrado oficializar la igualdad. Todavía se requerían
esfuerzos para lograr una igualdad sustantiva, pero confiaba en que la combinación
de estrategias de incorporación de una perspectiva de género y
de habilitación de la mujer contribuiría a lograr este objetivo.
En ese sentido, la representante destacó que el feminismo y los movimientos
de la mujer ya habían transformado a la sociedad italiana, y que la incorporación
de la mujer a las esferas de poder propiciaría nuevos cambios positivos.
Observaciones finales del Comité
Introducción
El Comité expresó su reconocimiento al Gobierno de Italia por
su delegación de alto nivel encabezada por el Ministro de Igualdad de
Oportunidades, y estimó que era muestra del compromiso del Estado parte
de aplicar la Convención y de su reconocimiento a la labor del Comité.
El Comité tomó nota con satisfacción de que los informes
segundo y tercero de Italia eran francos, exhaustivos y detallados. Ambos, en
particular el tercero, mostraban habilidad política y orientación
hacia el futuro y, junto con la exposición oral, explicaban las ideas
que sustentaban las políticas y prioridades gubernamentales. No obstante,
el Comité expresó su decepción por el hecho de que el tercer
informe se hubiese presentado en una fecha tardía, lo que impidió
que todos los miembros lo examinaran detenidamente por anticipado.
El Comité se mostró complacido por la calidad de la exposición
oral y las respuestas a las preguntas formuladas, que llamaban a la reflexión
y respondían con gran sensibilidad a los detalles y matices de las preguntas.
La exposición oral permitía además reflexionar sobre el
concepto de la igualdad de género y presentaba un cuadro estadístico
completo de la posición de la mujer en la sociedad italiana.
Aspectos positivos
El Comité acogió con beneplácito el establecimiento por
el actual Gobierno del Ministerio de Igualdad de Oportunidades como un ministerio
de coordinación, y expresó su reconocimiento por las intensas
gestiones de dicha oficina encaminadas a incorporar una perspectiva de género
en los aspectos jurídico, institucional y social de la vida en Italia.
Al respecto, encomió especialmente la directriz aprobada el 7 de marzo
por el Primer Ministro para que se concentrara la atención en las cuestiones
de género en una amplia gama de actividades.
El Comité tomó nota con reconocimiento de los esfuerzos constantes
del Gobierno de Italia por promulgar leyes contra la discriminación.
A este respecto, acogió con beneplácito la presentación
ante el Parlamento, en fecha reciente, del proyecto de ley contra la violencia
en el hogar y consideró que complementaba la Ley contra la Violencia
aprobada en 1996. Recibió dichas iniciativas como demostraciones de la
voluntad del Gobierno de garantizar la protección de los derechos humanos
de la mujer y de luchar contra todos los tipos de violencia contra ella.
El Comité acogió con beneplácito las medidas de sensibilización
y concienciación sobre el género adoptadas por el Gobierno, con
miras a eliminar la xenofobia y el racismo de la sociedad italiana. El Comité
señaló complacido que se estaba promoviendo la función
de la mujer en el mantenimiento de la paz en diversas partes del mundo. Al respecto,
el Comité tomó nota con satisfacción del compromiso de
hacer frente a los actos de violencia contra mujeres presuntamente perpetrados
por soldados italianos durante una misión de mantenimiento de la paz,
y de las medidas adoptadas a ese respecto.
El Comité tomó nota con satisfacción de la intención
del Ministerio de Igualdad de Oportunidades de garantizar la incorporación
de la perspectiva de género en la próxima reforma de la asistencia
social y de sus gestiones al respecto, desplazando la atención del "hombre
como sostén de la familia" a fin de superar la injusticia que padecía
la mujer y atender con más eficacia a las necesidades de los ancianos,
particularmente las mujeres de edad.
El Comité acogió con beneplácito los avances notables de
la mujer italiana en la esfera de la educación y en esferas profesionales,
que habían aumentado considerablemente su independencia económica
y contribuían a su igualdad de facto en muchos aspectos.
El Comité acogió con beneplácito las medidas adoptadas
por el Gobierno para fomentar el espíritu empresarial entre las mujeres
mediante el crédito o la supervisión y coordinación de
las actividades de los distintos organismos públicos y privados en esta
esfera.
El Comité reconoció las disposiciones progresistas y humanitarias
de la ley italiana de inmigración, y en ese marco, reconoció en
particular las disposiciones relativas a la protección de los derechos
humanos de las inmigrantes.
Factores y dificultades que afectan a la aplicación de la Convención
El Comité señaló que la persistencia de importantes diferencias
y desigualdades en los ámbitos cultural, social y económico entre
el norte y el sur constituían graves obstáculos a la plena aplicación
de la Convención para lograr la igualdad de facto en la sociedad italiana.
El Comité consideró que el incremento del número de mujeres
pobres evidenciado en el hecho de que más del 60% de las familias encabezadas
por mujeres se encontraban por debajo del límite de pobreza, constituía
un grave obstáculo a la aplicación cabal de la Convención
en Italia.
Principales esferas de preocupación
El Comité manifestó su inquietud respecto de la insuficiencia
de las gestiones encaminadas a eliminar los estereotipos mediante la instrucción
y otros medios públicos. Le causaba profunda preocupación que
no se hubiesen adoptado en Italia medidas significativas para suprimir los estereotipos
en los libros de texto y otros materiales didácticos y para dar mayor
visibilidad a las contribuciones de la mujer a la historia y la sociedad.
El Comité manifestó su preocupación por la persistencia
de normas y estereotipos patriarcales en la sociedad italiana, y en particular
tomó nota con preocupación de la falta relativa de atención
que se prestaba a este asunto en las políticas oficiales y por parte
de los funcionarios públicos. El Comité consideró que las
actitudes y medidas adoptadas por el Estado parte con objeto de "utilizar
los propios recursos de la mujer" podían reforzar y exaltar las
funciones estereotipadas de la mujer, y constituir así un obstáculo
al logro de la igualdad de facto.
El Comité tomó nota con profunda preocupación de que la
presencia de la mujer en la política y en la adopción de decisiones
seguía siendo muy limitada y de que la participación política
había disminuido en los últimos años. Al destacar la importancia
de la presencia de la mujer en esos puestos, el Comité expresó
preocupación acerca de la posibilidad de que el propio Gobierno hubiese
contribuido a esa situación, al considerar innecesario el establecimiento
de metas numéricas y cuotas.
El Comité también manifestó inquietud por la ausencia de
un programa para sensibilizar al público, en particular a la policía,
al sistema judicial y a los profesionales de la salud, respecto de las condiciones
y necesidades de las víctimas de la violencia en el hogar. El Comité
había manifestado profunda preocupación porque, en caso de no
adoptarse medidas de esa índole, ni las leyes contra la discriminación
ni las leyes relativas a la violencia contra la mujer bastarían para
combatir con eficacia la discriminación directa ni para garantizar la
presentación de información precisa y el enjuiciamiento riguroso
de todas las formas de violencia contra la mujer.
El Comité tuvo preocupación por la carencia de datos desglosados
por sexo en relación con el empleo a jornada parcial y destacó
la importancia de vigilar de cerca ese asunto, entre otras cosas, mediante estadísticas
actualizadas desglosadas por sexo con objeto de determinar la cantidad de trabajadoras
a jornada parcial, ya que la desproporción en ese sector era un factor
que contribuía a la discriminación indirecta.
El Comité expresó inquietud por la desigualdad en la distribución
de responsabilidades familiares en Italia y por el hecho de que esas responsabilidades
recayeran principalmente en la mujer, factor que se acentuaba más en
el sur del país. Observó con preocupación que no se hacían
esfuerzos mediante programas o por otros medios para alentar a los hombres a
que asumieran sus responsabilidades domésticas y de atención de
los hijos y los ancianos.
El Comité expresó preocupación por la falta de estadísticas
y estudios sobre las causas de ciertos problemas de salud propios de la mujer.
Observó con grave inquietud que los estudios revelaban un aumento de
casos de cáncer pulmonar entre las mujeres. También observó
el número elevado de intervenciones cesáreas y el hecho de que
las mujeres no hicieran uso de las tecnologías de diagnóstico
precoz, entre ellas la mamografía y la prueba de Papanicolau, además
de que no se hubiera explicado ese fenómeno en el informe. Preocupó
asimismo al Comité la falta de información sobre la higiene del
trabajo y las enfermedades ocupacionales.
El Comité expresó particular preocupación por el acceso
limitado al aborto que tenían las mujeres en el sur de Italia como resultado
de las objeciones de conciencia de los médicos y el personal de los hospitales.
El Comité observó que, si bien en las reformas sociales que se
estaban llevando a cabo se había dejado de lado el concepto de que el
hombre era el sostén de la familia con objeto de dar a la mujer más
autonomía y disminuir su humillante dependencia financiera, sentía
preocupación en cuanto a que esas reformas plantearan verdaderos riesgos
para las mujeres que eran, entre otras cosas, amas de casa y no formaban parte
de la población trabajadora remunerada, o que habían interrumpido
su carrera para criar a los hijos u ocuparse de otras responsabilidades, o para
las mujeres de edad con capacidad limitada para generar ingresos.
Sugerencias y recomendaciones
El Comité recomendó al Gobierno de Italia que siguiera aplicando
y fortaleciendo las medidas actuales encaminadas a potenciar el papel de la
mujer y hacer hincapié en las cuestiones de género. Lo alentó
a adoptar medidas afirmativas concretas que tuvieran por objeto establecer metas
numéricas y cuotas particularmente en relación con los cargos
públicos que entrañaban adopción de decisiones y formulación
de políticas, en los que la igualdad de hecho de la mujer no se estuviera
logrando al ritmo esperado.
El Comité instó al Gobierno de Italia a que adoptase medidas de
envergadura para combatir la aceptación general de los estereotipos basados
en el género, especialmente en el sur del país, alertando a la
opinión pública acerca de la importancia de la distribución
equitativa de las funciones y responsabilidades familiares entre mujeres y hombres.
Al respecto, el Comité consideró esencial la revisión y
reforma de los libros de texto y los materiales didácticos a fin de eliminar
los estereotipos basados en el género.
El Comité recomendó al Gobierno de Italia que ampliara la legislación
vigente o, de ser necesario, promulgara nueva legislación, con objeto
de abordar eficazmente el fenómeno de la discriminación indirecta.
Al respecto hizo hincapié en la importancia de aplicar medidas encaminadas
a sensibilizar a los jueces, abogados y funcionarios encargados de hacer cumplir
la ley con respecto a la discriminación indirecta y a las obligaciones
internacionales de Italia, en particular las esbozadas en la Convención.
El Comité pidió al Gobierno que, en el próximo informe
que Italia le presentara, suministrara información completa en la que
se evaluaran las repercusiones de la legislación y la política
relativas a la igualdad de la mujer y a la discriminación.
El Comité instó al Gobierno de Italia a iniciar una campaña
de sensibilización pública en relación con la violencia
en el hogar en sus diversas manifestaciones (sexual, física y otras)
a efectos de garantizar la protección de los derechos humanos de la mujer
y la niña en la familia. En particular, el Comité recomendó
la introducción de medidas encaminadas a fomentar la denuncia de casos
de violencia y a proporcionar mecanismos de tramitación eficaz y oportuna
de esas denuncias. Al respecto, recomendó que se capacitara a los profesionales
de la salud en la atención y el tratamiento de los casos de violencia
en el hogar. El Comité recomendó además que se introdujeran
medidas para aumentar el número de albergues para víctimas de
la violencia en el hogar en toda Italia.
El Comité recomendó encarecidamente al Gobierno que adoptara medidas
para garantizar a la mujer, y en particular a la mujer de Italia meridional,
el ejercicio de sus derechos a la procreación, entre otras cosas, garantizándole
el acceso al aborto en condiciones de seguridad en los hospitales públicos.
El Comité instó al Gobierno de Italia a que adoptara las medidas
necesarias para hacer participar a las organizaciones no gubernamentales en
la preparación del próximo informe que el país le presentara.
El Comité recomendó al Gobierno de Italia que, en su calidad de
Estado miembro de la Unión Europea, adoptara iniciativas concretas para
promover la aceptación por la Unión Europea de la Convención
como instrumento fundamental de declaración de derechos de la mujer.
El Comité recomendó al Estado parte que velara por que todas las
mujeres tuvieran ingresos adecuados y por establecer la obligación de
maridos y padres de prestarles apoyo financiero. Recomendó también
al Gobierno que introdujera medidas para obligar al pago de las pensiones alimentarias
y para lograr una distribución justa de los bienes gananciales, incluso
medidas que permitieran a los tribunales desconocer las disposiciones encaminadas
a ocultar bienes e ingresos o que surtieran tal efecto y privaran a la mujer
de sus derechos.
El Comité pidió al Gobierno de Italia que diera amplia difusión
en todo el país a las presentes observaciones para sensibilizar a la
población respecto de las medidas adoptadas para aplicar la Convención
y de las demás medidas que correspondería aplicar a efectos de
lograr la igualdad de hecho de la mujer.