Comunicación No. 623/1995 : Georgia. 29/05/98.
Convention Abbreviation: CCPR
Comité de Derechos Humanos
62º período de sesiones
23 de marzo - 9 de abril de 1998
ANEXO
Dictamen del Comité de Derechos Humanos emitido a tenor del
párrafo 4 del artículo 5 del Protocolo Facultativo
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos*
-62º período de sesiones-
Comunicaciones Nos. 623/1995, 624/1995, 626/1995, 627/1995
Presentadas por: Victor P. Domukovsky, Zaza Tsiklauri, Petre Gelbakhiani e Irakli
Dokvadze
Víctimas: Los autores
Estado Parte: Georgia
Fecha de las comunicaciones: 22 y 23 de diciembre de 1994 y 9 de julio
de 1995 (comunicaciones iniciales)
El Comité de Derechos Humanos, establecido de conformidad con el artículo
28 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
Reunido el 6 de abril de 1998,
Habiendo concluido el estudio de las comunicaciones Nos. 623/1995, 624/1995,
626/1995 y 627/1995 presentadas al Comité de Derechos Humanos en nombre
de los Sres. Victor P. Domukovsky, Zaza Tsiklauri, Petre Gelbakhiani e Irakli
Dokvadze de conformidad con el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos,
Habiendo tenido en cuenta toda la información presentada por escrito
por el autor de la comunicación, su abogado y el Estado Parte,
Aprueba el siguiente:
Dictamen a tenor del párrafo 4 del artículo 5
del Protocolo Facultativo
1. Los autores de las comunicaciones son Victor P. Domukovsky, Zaza Tsiklauri, Petre Gelbakhiani e Irakli Dokvadze, tres ciudadanos georgianos y uno ruso actualmente presos en Georgia, los dos últimos condenados a muerte. Alegan que Georgia ha violado los derechos que les reconocen los artículos 7, 9, 10, 12, 14, 15, 19, 21 y 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
1.2. El 5 de julio de 1996 el Comité decidió examinar conjuntamente
las cuatro comunicaciones.
Los hechos expuestos por los autores:
2.1. El autor de la primera comunicación (No. 623/1995), el Sr. Domukovsky,
es ruso. El 5 de octubre de 1993, el Sr. Domukovsky y otras 18 personas fueron
juzgados por el Tribunal Supremo de Georgia, acusados de participar en actos
terroristas con el propósito de debilitar el poder del Gobierno y matar
al Jefe de Estado, Sr. Shevardnadze. El 6 de marzo de 1995, el Sr. Domukovsky
fue declarado culpable y condenado a 14 años de prisión.
2.2. El autor afirma que, el 3 de febrero de 1993, el Gobierno de Azerbaiyán,
donde había buscado refugio, rechazó la solicitud de Georgia de
que lo extraditaran a él y a otro procesado en la misma causa, el Sr.
P. Gelbakhiani. Poco después, en abril de 1993, fue secuestrado en Azerbaiyán
y detenido ilegalmente. A este respecto, afirma que el Presidente de Georgia
elogió públicamente a los servicios especiales que llevaron a
cabo el secuestro por haber realizado una operación excelente. Asegura
que lo golpearon cuando lo detuvieron y que lo tuvieron preso del 6 de abril
de 1993 al 27 de mayo del mismo año, fecha en que lo trasladaron al KGB,
donde estuvo preso en régimen de incomunicación hasta agosto de
1993. Afirma asimismo que su detención fue ilegal, puesto que era miembro
suplente del Soviet Supremo de Georgia y, como tal, gozaba de inmunidad.
2.3. El 13 de agosto y el 11 de diciembre de 1994 fue brutalmente golpeado en
su celda, como resultado de lo cual sufrió una conmoción cerebral.
Afirma también, sin dar detalles, que le obligaron a declarar en contra
de sí mismo.
2.4. El autor sostiene que, el 13 de octubre de 1993, el Tribunal rechazó
su solicitud de recibir copia del auto de procesamiento en su lengua materna,
el ruso, lo que es contrario a las disposiciones legales aplicables al caso.
Afirma asimismo que no se le dio copia de toda la documentación relacionada
con los cargos que se le imputaban. Además sostiene que, en varias ocasiones,
el juez le impidió reunirse con sus abogados. A este respecto, afirma
que tenía que pedir autorización al juez para ver a su abogado.
Sostiene que la restricción de su derecho a comunicarse con sus abogados
es una violación del apartado b) del párrafo 3 del artículo
14.
2.5. Afirma que no se le permitió hablar ante el Tribunal, que lo expulsaron
de la sala sin razón / Según los documentos adjuntos, el autor
dio la espalda al Tribunal en protesta por la irregularidad del proceso./ y
que fue juzgado sin estar presente y sin abogado defensor. A este respecto,
afirma que el juez expulsó a tres de sus abogados durante el juicio y
a un cuarto abogado no lo admitió en la sala, por lo que no pudo llamar
a ningún testigo ni interrogar a los testigos de cargo.
2.6. Afirma que los tribunales de Georgia no son independientes, sino que actúan
de acuerdo con las órdenes del Presidente Shevardnadze.
2.7. El autor sostiene que se le está persiguiendo por tener opiniones
políticas diferentes y por tratar de expresarlas, lo cual es contrario
al artículo 19 del Pacto, así como por defender la Constitución,
que fue violada el 22 de diciembre de 1991 al intervenir un cambio del poder
político. Niega ser culpable de ningún acto de violencia.
2.8. En lo que respecta al agotamiento a los recursos internos, el autor declara
que ha apelado al Presidente del Tribunal Supremo, al juez que le condenó
en primera instancia, al Presidente de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos, al Ministro del Interior y al Presidente del KGB, siempre sin resultado.
Según el autor, el juez le dijo que como su juicio no era normal no podía
seguirse el procedimiento normal. Se afirma que no es posible recurrir contra
la sentencia del Tribunal Supremo.
3.1. El autor de la segunda comunicación (No. 624/1995), el Sr. Tsiklauri,
es ciudadano de Georgia nacido en 1961, de profesión físico. Fue
detenido el 7 de agosto de 1992 cuando visitaba a su hermano, quien era miembro
del Consejo Supremo y Gobernador de la región de Kazbegi antes del golpe
militar de 1991-1992. Afirma que fue detenido sin orden judicial de detención.
Un año después se le mostró una orden, en la cual se le
acusaba de preparar un golpe en julio de 1992, de posesión de armas de
fuego y explosivos, de alta traición y de obstaculizar la investigación.
El autor rechaza esas acusaciones y afirma que están comprendidas en
la amnistía del Estado de 4 de agosto de 1992. Explica que las acusaciones
se originan en la lucha de los partidarios del Presidente Gamsakhurdia contra
el régimen que se hizo con el poder entre diciembre de 1991 y enero de
1992 y no se legitimó hasta las elecciones de octubre de 1992.
3.2. El Sr. Tsiklauri dice que fue sometido a constantes presiones sicológicas
y físicas en un intento de averiguar cuáles habían sido
sus contactos con el Presidente Gamsakhurdia. Como resultado del trato de que
fue objeto sufrió graves lesiones, conmoción cerebral, pérdida
del habla y el movimiento, fractura de huesos de las piernas y de costillas,
heridas abiertas sangrantes y quemaduras con agua caliente. Sostiene que a raíz
de las torturas firmó una confesión. Fundamenta sus afirmaciones
adjuntando varias declaraciones de testigos sobre los efectos de las torturas.
3.3. Afirma que el juicio contra él y otro acusado fue totalmente parcial
y violó casi todos los artículos del Código Penal de Georgia.
Más precisamente, señala que no se le entregó copia del
auto de procesamiento ni de los demás documentos relativos a los cargos
formulados contra él. Dice también que se le negó la posibilidad
de elegir a un abogado para que lo defendiera en el juicio, que no pudo citar
testigos de descargo, que le prohibieron asistir al juicio, y que, como resultado
de ello, no pudo interrogar a los testigos de cargo ni defenderse. El 6 de marzo
de 1995 fue condenado y sentenciado a cinco años de prisión.
4.1. El autor de la comunicación No. 626/1995, el Sr. Gelbakhiani es
profesor de medicina. Es ciudadano de Georgia y nació en Tbilisi en 1962.
4.2. El Sr. Gelbakhiani afirma que el 6 de enero de 1992 el Presidente de Georgia,
elegido por el 87% de la población, fue derrocado por un golpe militar,
en violación del artículo 25 del Pacto. Desde entonces, la oposición
ha estado sometida a una represión rigurosa. El Sr. Gelbakhiani sostiene
que ha sido perseguido por sus ideas políticas, en particular durante
reuniones y manifestaciones, en violación del artículo 19 del
Pacto, y que el 7 de mayo de 1992 se dispersó una reunión de médicos
que él presidía, violándose así el artículo
21. En estas condiciones, prefirió abandonar el país. En ese contexto
el autor también afirma que se ha violado el párrafo 2 del artículo
12 del Pacto.
4.3. Declara que el Presidente de Azerbaiyán y su Ministro del Interior
le concedieron autorización para vivir en Bakú, capital de ese
país. El 6 de abril de 1993, 30 hombres fuertemente armados lo secuestraron
junto con el Sr. Domukovsky y llevaron a ambos a Tbilisi, donde fueron torturados
física y moralmente para que confesaran. Manifiesta que pasó dos
meses en el calabozo, donde sólo se puede recluir a los detenidos durante
tres días.
4.4. El autor dice que mientras el Tribunal Supremo conocía de la causa,
el Sr. Shevardnadze hizo declaraciones en los periódicos y en la televisión
haciendo caso omiso de la presunción de inocencia, calificando a los
acusados de "asesinos" y "pidiendo la pena de muerte", en
violación del párrafo 2 del artículo 14 del Pacto.
4.5. El autor también afirma que se han producido graves violaciones
del Código de Enjuiciamiento, ya que sólo pudieron asistir al
juicio determinadas personas que figuraban en la lista especial firmada por
el juez. Se dice que esto constituye una violación del párrafo
1 del artículo 14 del Pacto.
4.6. El Sr. Gelbakhiani afirma que su juicio no fue imparcial. Varios de los
otros acusados no tenían abogado y no fueron autorizados a seguir la
causa en su idioma materno, obstaculizándose así su defensa. El
autor señala que no tuvo la posibilidad de estudiar el sumario del juicio
con antelación. Más aún, el juez nombró de oficio
a un abogado defensor a quien él ya había rechazado.
4.7. Las actuaciones ante el Tribunal Supremo se detuvieron varias veces sin
razones objetivas y el juicio duró del 5 de octubre de 1993 al 6 de marzo
de 1995.
4.8. El autor afirma que en determinado momento fue expulsado de la sala y que
el juicio continuó en su ausencia. No se interrogó a los principales
testigos y lo carearon con muy pocos de ellos. También sostiene que durante
el interrogatorio fue sometido a presiones morales y físicas a fin de
que se declarara culpable y "confesara".
4.9. El 6 de marzo de 1995 el autor fue condenado a muerte. Afirma que su condena
a muerte viola el artículo 15 del Pacto, puesto que la Constitución
vigente al momento de ocurrir los hechos por los que fue condenado prohibía
la imposición de la pena de muerte.
5.1. El autor de la comunicación No. 627/1995 es el Sr. Dokvadze, ciudadano
georgiano nacido en Tiblisi en 1961.
5.2. El Sr. Dokvadze afirma que lo detuvieron el 3 de septiembre de 1992 y que
lo torturaron gravemente, en violación del artículo 7 del Pacto.
Durante la investigación le extrajeron una confesión bajo la amenaza
de que matarían a sus dos hijas pequeñas. El autor dice que en
el juicio se retractó de dicha confesión.
5.3. Al igual que otros de los procesados en la misma causa, el Sr. Dokvadze
fue expulsado de la sala y el juicio continuó sin su presencia. Afirma
que ni él ni los demás procesados fueron juzgados con las debidas
garantías por un tribunal imparcial y competente.
5.4. El 6 de marzo de 1995 fue condenado a muerte.
La denuncia
6. Los autores sostienen que tanto su detención como su prisión
fueron arbitrarias y contrarias a diversas disposiciones del artículo
9 del Pacto. Afirman también haber sido sometidos a torturas y malos
tratos, en violación de los artículos 7 y 10 del Pacto. Sostienen
asimismo que el Estado Parte violó en relación con ellos los artículos
19, 21 y 25 del Pacto, puesto que les impidió dedicarse a actividades
políticas y los persiguió por sus ideas políticas. En cuanto
al proceso seguido en su contra, afirman que no fue imparcial y que se violaron
tanto la presunción de inocencia como las garantías de un juicio
imparcial. En cuanto a las dos penas de muerte, son contrarias al principio
nulla poena sine lege y violan el artículo 15 del Pacto y, por ende,
su artículo 6.
Exposición del Estado Parte y comentarios de los autores al respecto
7.1. El 2 de marzo de 1995, en virtud del artículo 91 del reglamento,
se enviaron las comunicaciones de los Sres. Domukovsky y Tsiklauri al Estado
Parte, con el ruego de que presentara observaciones acerca de la admisibilidad
de las comunicaciones. Al mismo tiempo, el Comité pidió al Estado
Parte, en virtud del artículo 86, que suspendiera la ejecución
de las penas de muerte hasta que el Comité hubiera tenido la oportunidad
de examinar los casos. El 10 de marzo de 1995 se enviaron las comunicaciones
de los Sres. Gelbakhiani y Dokvadze con arreglo a los artículos 86 y
91 del reglamento.
7.2. Si bien se le había pedido que presentara sus observaciones sobre
la admisibilidad, el Estado Parte se limitó a comunicar, el 10 de marzo
de 1996, que el 6 de marzo de 1996 se habían impuesto diversas penas
a 17 procesados en la causa No. 7493010, incluidas sendas penas de muerte a
Petre Gelbakhiani e Irakli Dokvadze, y adjuntó una lista de las personas
condenadas y de las penas correspondientes. Refiriéndose a las condenas
a muerte en general, el Estado Parte indicó que podía recurrirse
contra ellas ante el Tribunal Supremo, y que las penas de muerte no se ejecutan
hasta que la Comisión de Indultos examina la posibilidad de conceder
éstos.
7.3. Por carta de 23 de marzo de 1995, el Sr. Tsiklauri informó al Comité
de que había sido condenado a cinco años de prisión en
una colonia de régimen de rigor y de que se habían confiscado
sus bienes. Afirma que fue torturado, que es inocente, y que durante el juicio
se violó en varias ocasiones la presunción de inocencia, que no
estuvo presente en el juicio, salvo el último día para oír
el veredicto, que se le negó el derecho a elegir abogado, que no pudo
declarar en su defensa, y que se le negó el derecho a interrogar a los
testigos. La comunicación del Sr. Tsiklauri, así como los documentos
presentados para fundamentar sus afirmaciones, se remitieron al Estado Parte
el 11 de mayo de 1995, pero no se han recibido las observaciones de éste
a pesar del recordatorio que se le envió el 30 de octubre de 1995.
7.4. En cartas de 17 de marzo de 1995, el Dr. Petre Gelbakhiani y el Sr. Irakli
Dokvadze reiteraron su inocencia y pidieron la intercesión del Comité.
Las comunicaciones fueron remitidas al Estado Parte el 16 de mayo de 1995. No
se ha recibido ninguna respuesta del Estado Parte.
Decisión del Comité respecto de la admisibilidad
8.1. En su 57º período de sesiones, el Comité examinó
la admisibilidad de las comunicaciones y se cercioró, según se
estipula en el apartado a) del párrafo 2 del artículo 5 del Protocolo
Facultativo, de que el mismo asunto no había sido sometido ya a otro
procedimiento de examen o arreglo internacionales.
8.2. El Comité observó con preocupación la falta de cooperación
del Estado Parte, a pesar de los recordatorios que se le dirigieron. Sobre la
base de la información que tenía ante sí, el Comité
consideró que, con arreglo al apartado b) del párrafo 2 del artículo
5 del Protocolo Facultativo, procedía examinar la comunicación.
8.3. Basándose en las comunicaciones que tenía ante sí,
el Comité observó que los autores habían fundamentado suficientemente,
a los fines de la admisibilidad, sus denuncias de violaciones del Pacto por
el Estado Parte, en particular de los artículos 7, 9, 10, 14, 15, 19,
21 y 25, cuyo fondo se debía examinar.
9. Por consiguiente, el 5 de julio de 1996 el Comité de Derechos Humanos
decidió que las comunicaciones eran admisibles, y pidió al Estado
Parte, de conformidad con el artículo 86 del reglamento, que no ejecutara
las penas de muerte contra los Sres. Dokvadze y Gelbakhiani hasta que el Comité
concluyera el examen de esa comunicación.
Observaciones del Estado Parte respecto del fondo de la comunicación
y de los comentarios de los autores
10.1. Por escrito de 21 de febrero de 1997, el Estado Parte formuló observaciones
sobre el fondo de las comunicaciones.
El caso del Sr. Viktor P. Domukovsky
10.2. Respecto del Sr. Domukovsky, el Estado Parte explica que éste fue
sentenciado a 14 años de prisión por bandidaje y por organizar
actos terroristas y actos diversivos con objeto de debilitar a la República
de Georgia.
10.3. El Estado Parte alega que el Sr. Domukovsky y el Sr. Gelbakhiani fueron
arrestados legalmente en Azerbaiyán, en virtud de un acuerdo concertado
entre los ministerios pertinentes de Georgia y Azerbaiyán en que se dispone
la localización y arresto de sospechosos que se oculten en cualquiera
de esos Estados. Fueron arrestados el 6 de abril de 1993, en cumplimiento de
una orden de arresto emitida por el fiscal del Gobierno el 30 de septiembre
de 1992.
10.4. El Estado Parte niega que el Sr. Domukovsky gozara de inmunidad parlamentaria
en el momento de ser detenido. Explica que en ese momento el Parlamento que
estaba en ejercicio había sido elegido recientemente, y por eso el Sr.
Domukovsky, en su calidad de miembro del desaparecido Soviet Supremo, ya no
gozaba de inmunidad.
10.5. El Estado Parte alega que en el examen judicial no se corroboraron las
afirmaciones del Sr. Domukovsky de haber sido víctima de violencia física
y de coacción durante la indagación preliminar. El Tribunal llegó
a esa conclusión debido a que ni el acusado ni su abogado, en cuya presencia
fue interrogado, hicieron mención alguna de tal violencia. Además,
los expedientes compilados por el equipo de instrucción contienen también
documentos en los que el Sr. Domukovsky niega haber sido el responsable de ciertos
incidentes. El Tribunal llegó a la conclusión de que esto no habría
ocurrido si la instrucción se hubiera realizado injustamente.
10.6. En relación con el incidente del 13 de agosto de 1995, el Estado
Parte alega que, en virtud de una declaración formulada ante el Tribunal
por el Sr. Domukovsky el 15 de agosto, se habían dado instrucciones al
servicio médico de la prisión para que examinara al acusado. El
examen se llevó a cabo el 17 de agosto. Según el informe sobre
los resultados del examen / Según el texto parafraseado por el Estado
Parte. No se presentó copia del informe./, su cuerpo no presentaba señales
de heridas y se determinó que su estado de salud era satisfactorio. No
se corroboró que hubiese sido golpeado.
10.7. Respecto de que el Tribunal no hubiese proporcionado al Sr. Domukovsky
un auto de acusación en ruso, el Estado Parte explica que el Tribunal
había establecido que el Sr. Domukovsky tenía perfecto dominio
del georgiano. A ese respecto, se alega que había testificado en georgiano
durante las indagaciones preliminares y no pidió intérprete. Según
el Estado Parte, el Sr. Domukovsky leyó las deposiciones en georgiano
y las autenticó con su firma, formuló sus propias declaraciones
en georgiano y afirmó en los documentos que el georgiano era su lengua
materna. A la luz de lo anterior, el Tribunal determinó que su petición
de un auto de acusación en ruso era una táctica dilatoria.
10.8. El Estado Parte alega que, tras la investigación preliminar, el
Sr. Domukovsky y su abogado revisaron todo el material compilado. En ninguna
de sus peticiones solicitaron que se les proporcionaran datos adicionales ni
alegaron que no se les hubiera proporcionado toda la información. Antes
de que se iniciara el proceso, el Sr. Domukovsky pidió que se le concediera
la oportunidad de examinar los expedientes una vez más. El Tribunal accedió
a esa solicitud. Se alega que el Sr. Domukovsky examinó los expedientes
desde el 13 de octubre de 1993 hasta el 6 de enero de 1994.
10.9. El Estado Parte alega que el Sr. Domukovsky y los demás acusados
pudieron ejercer sin restricciones su derecho a la defensa durante la indagación
preliminar y la instrucción judicial. Se les otorgó la oportunidad
de seleccionar sus propios abogados. Con ese objeto, el Tribunal convocó
a los miembros de las familias de los acusados y les dio la oportunidad de reunirse
con los acusados repetidas veces, a fin de que decidieran qué abogados
deseaban utilizar.
10.10. El Estado Parte alega que uno de los objetivos de los acusados era retrasar
el examen del caso y obstruir las actuaciones del Tribunal y explica que, después
de que el abogado del Sr. Domukovsky se retiró del caso, se concedió
al acusado y a su familia el tiempo previsto por la ley para que encontraran
un nuevo abogado. Como no habían designado a ninguno cuando el plazo
venció, el Tribunal nombró a un abogado defensor y le concedió
un mes y medio para que se familiarizara con el caso. Durante ese período
se suspendieron las actuaciones. Según el Estado Parte, cuando el proceso
se reanudó el Sr. Domukovsky rechazó a ese abogado sin presentar
razones válidas y lo amenazó. A continuación, el abogado
se retiró del caso, el Tribunal determinó que el Sr. Domukovsky
había abusado de su derecho a la defensa y el caso se concluyó
sin la asistencia de abogado que representara al Sr. Domukovsky.
10.11. El Estado Parte explica que el Sr. Domukovsky y otro de los acusados
obstaculizaron sistemáticamente las actuaciones durante las vistas judiciales,
faltando al respeto al Tribunal, haciendo caso omiso de las instrucciones del
Presidente e impidiendo que el Tribunal realizara normalmente su labor. El Estado
Parte alega que ambos dieron la espalda al Tribunal, presentaron resistencia
a los guardias militares, se trasladaron de la sala del Tribunal a sus celdas
y se dedicaron a silbar. En una ocasión, el Sr. Domukovsky saltó
una barrera para entrar en la sala del Tribunal y se apoderó del arma
automática de uno de los guardias. El Estado Parte llegó a la
conclusión de que ésa era una razón suficiente para que
el Tribunal siguiera examinando el caso en ausencia de los acusados, como está
previsto en el artículo 262 del Código Penal de Georgia. El Estado
Parte señala que, después de cierto tiempo, el Tribunal permitió
que los acusados retornaran a la sala, pero éstos siguieron obstaculizando
las actuaciones, tras lo cual se ordenó de nuevo que se retiraran.
10.12. El Estado Parte rechaza la sugerencia del Sr. Domukovsky de que los tribunales
de Georgia no son independientes y declara que se rigen exclusivamente por la
ley. Además, el Estado Parte rechaza la afirmación del Sr. Domukovsky
de que fue condenado por sus opiniones políticas y hace hincapié
en que fue condenado por haber cometido determinados delitos.
10.13. Según el Estado Parte, las leyes de Georgia disponen que incumbe
al Tribunal Supremo enjuiciar los casos de delitos graves, en los cuales cabe
imponer la pena de muerte. Las sentencias dictadas por el Tribunal Supremo son
inapelables, pero la ley prevé la posibilidad de una revisión
judicial. Tras la revisión, se determinó que la condena y la sentencia
del Sr. Domukovsky y de los demás acusados eran legales y legítimas.
11.1. En sus observaciones sobre la comunicación del Estado Parte, el
abogado del Sr. Domukovsky declara que pidió al Ministerio de Asuntos
Internos de Azerbaiyán que determinara si tenía confirmación
alguna de haber autorizado la detención y el arresto del Sr. Domukovsky
y del Sr. Gelbakhiani. El abogado adjunta la respuesta del Ministerio, de fecha
7 de julio de 1995, en la cual el Jefe del Departamento de Enjuiciamiento Criminal
declara que no sabía nada del caso. El abogado alega que si fuera cierto
que el Sr. Domukovsky y el Sr. Gelbakhiani había sido arrestados sobre
la base de un acuerdo bilateral entre Azerbaiyán y Georgia, sería
lógico que el Ministerio de Azerbaiyán tuviera documentos sobre
una operación de esa índole. En ausencia de esos documentos, el
abogado alega que el Sr. Domukovsky y el Sr. Gelbakhiani fueron detenidos en
violación del artículo 9 del Pacto.
11.2. El abogado afirma que la detención del Sr. Domukovsky constituye
una violación de su inmunidad parlamentaria. Niega que las elecciones
celebradas el 11 de octubre de 1992 hayan sido libres y democráticas.
Además, alega que, aunque se aceptara el carácter legal de esas
elecciones, la orden de detención contra el Sr. Domukovsky se emitió
el 30 de septiembre de 1992, antes de que las elecciones se celebraran, y afirma
que en tales circunstancias era ilegal emitir una orden de arresto sin que el
Soviet Supremo hubiera despojado a la persona en cuestión de su inmunidad.
El abogado alega que la detención del Sr. Domukovsky constituyó,
por ende, una violación del artículo 25 del Pacto.
11.3. Respecto de los golpes y el maltrato psicológico a los que el Sr.
Domukovsky y los demás acusados fueron sometidos, el abogado alega que
no fue posible formular declaraciones por escrito, debido a que eso no se hubiera
permitido, debido a que tales declaraciones hubieran tenido que dirigirse a
los funcionarios que habían participado en las palizas y debido a que
los acusados estaban preocupados por sus familias y trataban de protegerlas
guardando silencio. El abogado afirma que el Sr. Domukovsky fue sometido a prisión
preventiva del 7 de abril al 28 de mayo de 1993, a pesar que la ley establece
un máximo de tres días para arrestos de esa índole. El
Sr. Domukovsky fue mantenido en condiciones de absoluto aislamiento y no pudo
entrevistarse con su abogado. Sólo después de haber iniciado una
huelga de hambre el 25 de mayo, fue transferido el 28 de mayo de 1993 a uno
de los pabellones de arresto de la prisión del KGB. Fue sometido a constante
maltrato físico y psicológico y recibió amenazas de que
arrestarían a su familia. Por último, consintió en declararse
culpable en el caso Kvareli si le demostraban que su familia estaba a salvo
y bien. Además, el abogado alega que permitir que el acusado niegue ciertos
cargos es una vieja táctica para dar más credibilidad a los documentos
de ciertos interrogatorios.
11.4. Respecto del incidente del 13 de agosto de 1995, el abogado alega que
muchos de los que estaban presentes el 15 de agosto en la sala del Tribunal
habían visto que el Sr. Domukovsky mostraba señales de haber sido
golpeado. Según el abogado, uno de los periodistas había filmado
un vídeo, pero al día siguiente dijo que no lo tenía en
su poder. El abogado declara también que el juez no se mostró
inicialmente dispuesto a ordenar un examen médico y que éste se
llevó a cabo por fin el 15 de agosto de 1995, gracias a la solicitud
de la esposa del Sr. Domukovsky, quien en esos momentos actuaba como su asesor
jurídico. Según el abogado, en el examen se detectaron hematomas
en el codo y el hombro derechos y, al parecer, se determinó que, debido
a las contusiones, se debería haber ordenado reposo en cama durante 10
días. Sin embargo, según el abogado, esto último no se
mencionó en el informe médico.
11.5. El abogado señala que el Estado Parte no se ocupó del segundo
incidente del 11 de diciembre de 1994. El abogado se refiere a un incidente
(cuya fecha no se conoce con exactitud) en el cual el juez conversó con
los médicos antes y después de que éstos examinaran al
Sr. Domukovsky y cuando lo sometieron a un electrocardiograma sin haber colocado
correctamente, al parecer, el electrodo izquierdo. Según el abogado,
los médicos habían detectado síntomas leves del síndrome
de Babinski. El abogado reitera que los acusados no tenían medios de
protestar, pero que trataron de hacerlo de todos modos.
11.6. El abogado declara que tiene en su poder certificados que demuestran que
el Sr. Domukovsky había concluido sus estudios en la Universidad de Tbilisi
en ruso y que había realizado investigaciones, también en ruso,
en la Academia de Ciencias de Georgia. Señala que en los documentos del
interrogatorio del 12 de abril de 1993 se consigna que se le había explicado
al acusado que tenía derecho a declarar en su lengua materna y a recibir
los servicios de un intérprete. A continuación, se le hizo firmar
una declaración en la cual afirmaba que hablaba bien el idioma georgiano
y que necesitaba un intérprete. Según el abogado, los interrogadores
se alegraron tanto de que él hubiera consignado que hablaba bien el idioma,
que pasaron por alto el hecho de que no había escrito la palabra "no"
en relación con la necesidad de un intérprete. En ese contexto,
el abogado señala también que el Sr. Domukovsky trató siempre
de firmar en georgiano y en ruso, a modo de protesta. El abogado declara que
el defensor del Sr. Domukovsky en la indagación preliminar era georgiano
de origen y, por ende, no tenía problemas para leer el expediente.
11.7. Respecto del acceso a los expedientes, el abogado explica que, al principio,
el Sr. Domukovsky no entendió claramente que sería juzgado con
otros 18 acusados y que, además, el juicio por el asunto Kvareli no había
concluido aún. El abogado explica que el Sr. Domukovsky estaba acusado
también en el asunto Kvareli y que todos los acusados en ese asunto se
habían retractado de las declaraciones que formularan durante las vistas
preliminares. Según el abogado, ni el Sr. Domukovsky ni su abogado tuvieron
acceso a las declaraciones formuladas por los acusados en las vistas públicas
del Tribunal. El abogado confirma que el Sr. Domukovsky tenía conocimiento
de los expedientes desde el 13 de octubre, pero señala que el acusado
había realizado una huelga de hambre entre el 18 y el 25 de noviembre
a fin de tener acceso al caso principal.
11.8. Respecto del acceso del acusado a sus representantes letrados, el abogado
declara que ese derecho se vio restringido considerablemente, ya que el Sr.
Domukovsky fue mantenido, primero, en prisión preventiva y fue luego
trasladado a la prisión del KGB, y durante ese período no pudo
recibir visitas de su abogado sin que el fiscal estuviera presente.
11.9. El abogado niega que el Sr. Domukovsky haya obstaculizado las actuaciones
del proceso judicial, pero declara que había participado en una protesta
pasiva dando la espalda al juez. El abogado alega que no había otro modo
de mostrar su desacuerdo con el proceso, ya que el juez no había aceptado
ninguna declaración. El abogado explica que, cuando el Sr. Domukovsky
saltó por encima de la barrera, había sido provocado por las vulgares
palabras del juez. Además, no fue retirado de la sala en ese momento.
El abogado declara que el juez no decidió voluntariamente que el Sr.
Domukovsky regresara a la sala del tribunal, sino que se vio forzado a hacerlo
debido a una huelga de hambre de 64 días que el acusado llevó
a cabo desde el 13 de enero al 17 de marzo de 1994. El abogado afirma que el
Sr. Domukovsky aún sufre las consecuencias que dicha huelga de hambre
tuvo en su salud.
11.10. El 13 de septiembre de 1994, el Sr. Domukovsky fue excluido una vez más
del proceso, cuando solicitó la retirada de su abogado. En ese contexto,
el abogado explica que el juez se vio influido por la situación política
del país y había demorado el inicio del proceso por razones políticas.
Según el abogado, demorar un proceso nunca puede convenir a ningún
acusado.
11.11. Se alega que, por razones ajenas a su voluntad, el Sr. Domukovsky se
quedó sin abogado el 6 de junio de 1994. Se le concedió un plazo
de 10 días para encontrar un nuevo abogado, pero el juez le asignó
un abogado defensor cuando habían transcurrido sólo ocho días.
Cuando el juez preguntó si el Sr. Domukovsky aceptaba al abogado defensor,
éste dijo que no podía decir nada, pues no lo conocía.
El abogado rechaza la afirmación del Estado Parte de que Domukovsky estuvo
de acuerdo con el nombramiento de ese abogado defensor. Se alega que el abogado
defensor visitó al Sr. Domukovsky sólo dos veces y que en ambas
ocasiones estaba ebrio. El 15 de agosto, el Sr. Domukovsky informó al
juez de que no podía aprobar el nombramiento de ese abogado defensor
si éste no lo visitaba más a menudo para familiarizarse con el
caso. Como el abogado defensor no lo visitó, el Sr. Domukovsky procedió
a retirar su aprobación. El abogado declara que, el 12 de septiembre
de 1994, el juez dispuso ilegalmente que la esposa del Sr. Domukovsky dejara
de ser la representante letrada del acusado, debido que ésta había
solicitado un examen médico. El 13 de septiembre de 1994, el Sr. Domukovsky
fue privado de asistir a la vista. El 19 de septiembre, el Sr. Domukovsky nombró
a un nuevo abogado defensor, que había seguido el proceso desde el principio
como representante de uno de los otros acusados. Sin embargo, el juez se negó
a aceptar el nombramiento de ese abogado y, el 24 de septiembre de 1994, decidió
que el Sr. Domukovsky no tuviera abogado defensor.
11.12. El abogado afirma que el Presidente Shevarnadze ha ejercido influencia
sobre el Tribunal mediante una entrevista publicada en los diarios el 29 de
noviembre, en la cual dijo que el acusado había cometido actos de terrorismo.
Además, se alega que el juez había ordenado que se confeccionaran
listas de todos los que habían asistido al juicio. Según el abogado,
en el dictamen del caso se revela también el carácter político
del proceso, pues en él se afirma que los representantes del viejo poder
y los enemigos del poder presente habían organizado contingentes armados
para cometer delitos contra el Estado. El abogado sostiene que no existen pruebas
suficientes para condenar al Sr. Domukovsky por bandidaje.
11.13. Respecto de la revisión judicial, el abogado parece sugerir que
el Sr. Domukovsky aún no ha recibido del Tribunal Supremo respuesta alguna
a su solicitud de revisión.
El caso del Sr. Zaza S. Tsiklauri
12.1. El Estado Parte explica que el Sr. Tsiklauri fue condenado por portar
ilegalmente armas de fuego y almacenar explosivos. Fue sentenciado a pena de
prisión de cinco años.
12.2. El Estado Parte sostiene que el 1º de agosto de 1993 se emitió
la orden de detención del Sr. Tsiklauri, y que éste fue detenido
el 7 de agosto de 1993. Según el Estado Parte, el autor no estaba comprendido
en la declaración de amnistía del Consejo del Estado, ya que esa
declaración se aplicaba sólo a los que habían participado
en el asalto y la ocupación del edificio de la radio y televisión
de Georgia en Tbilisi, el 24 de junio de 1992.
12.3. El Estado Parte sostiene que el Tribunal no aceptó la denuncia
de Tsiklauri, de que había sido sometido a coacción física
y mental durante la investigación preliminar, dado que ni Tsiklauri ni
su abogado mencionaron estos hechos durante las investigaciones. Los interrogatorios
se celebraron en presencia de un abogado y Tsiklauri escribió de su puño
y letra sus confesiones y firmó las actas de los interrogatorios. Además,
el Estado Parte sostiene que durante su detención, Tsiklauri fue visitado
por representantes de organizaciones internacionales, a los que no hizo ninguna
afirmación de que hubiera estado sometido a cualquier tipo de presión.
Además, el Fiscal inició actuaciones judiciales en relación
con las lesiones de Tsiklauri y se realizó una investigación a
fondo, pero el caso se ha cerrado por falta de pruebas. Según el Estado
Parte, se ha determinado que saltó de un vehículo en marcha en
el que era transportado.
12.4. El Estado Parte sostiene que el Sr. Tsiklauri recibió una copia
de la acusación de conformidad con la ley. Una vez finalizada la investigación
preliminar, Tsiklauri y los otros acusados, examinaron los expedientes junto
con sus abogados. El Estado Parte señala que las solicitudes presentadas
no mencionan la necesidad de consultar otros materiales. Antes del juicio, Tsiklauri
pidió consultar el expediente de la causa; el Tribunal accedió
a esta petición y facilitó los archivos y expedientes que estaban
disponibles en ese momento desde el 13 de octubre de 1993 hasta el 6 de enero
de 1994. Durante ese período se suspendieron las actuaciones judiciales.
12.5. El Estado Parte sostiene que Tsiklauri gozó sin restricciones del
derecho a defenderse durante toda la investigación preliminar y las actuaciones
judiciales. Se le concedió la oportunidad de escoger a su propio letrado.
El Sr. Tsiklauri escogió como letrado de la defensa al Sr. T. Nizharadze,
del 21 de septiembre de 1992 en adelante. El 6 de enero de 1994 pidió
que su esposa, N. Natsvlishvili, fuera admitida como letrada adicional de la
defensa y se le permitiera consultar los expedientes de la causa. El Tribunal,
considerando que se trataba de un intento deliberado de demorar el juicio, denegó
la solicitud y el juicio continuó con el Sr. Nizharadze como abogado
defensor.
12.6. Con respecto a la denuncia de Tsiklauri de que el juicio se celebró
en su ausencia, el Estado Parte se refiere a las explicaciones dadas en el caso
del Sr. Domukovsky (véase el párrafo 10.11).
13.1. En sus comentarios sobre las explicaciones del Estado Parte, el Sr. Tsiklauri
declara que el 7 de agosto de 1992 fue llevado del departamento de su madre
a la KGB para celebrar "conversaciones". Su familia no fue informada
de su paradero. El 17 de agosto de 1992, el jefe de la KGB, Sr. Batiashvili,
apareció en la televisión nacional y anunció su renuncia
en razón de los malos tratos de que fue objeto Tsiklauri.
13.2. El Sr. Tsiklauri sostiene que vio la orden de detención sólo
un año después de ser arrestado, cuando estaba terminando la investigación
preliminar y se le entregaron los materiales de su causa. Afirma que la información
incluida en la orden, que tiene fecha 1º de agosto de 1992, sobre fecha
de nacimiento, dirección y estado civil no coincide con su situación
real. Declara además que la orden se refería a su participación
activa en la preparación del golpe militar del 24 de junio de 1992, y
a que tenía armas y materiales explosivos. Declara que, de conformidad
con el material que se encuentra en el expediente de la causa, las acusaciones
oficiales contra él datan del 20 de agosto de 1992 y no corresponden
a los mencionados en la orden de detención.
13.3. Sostiene que los delitos que se le imputan, de los que niega tener todo
conocimiento, quedaron comprendidos en la amnistía del 3 de agosto de
1992 que, según él, dice:
"10. De conformidad con los intereses supremos de unidad y concordia, no se establecerán acusaciones penales contra las personas que hayan tomado parte en las acciones contra las autoridades de la República de Georgia desde el 6 de enero del corriente año, en tanto no hayan cometido delitos graves contra la población pacífica...
12. Los participantes en el imprudente intento de golpe de Estado del 24 de julio de 1992 no serán objeto de acusaciones penales por las acciones cometidas contra el país y el pueblo."
De esta forma, el Sr. Tsiklauri confirma que las acusaciones contra él
estaban comprendidas en la amnistía.
13.4. El Sr. Tsiklauri niega que sus lesiones hayan sido provocadas por una
caída desde un automóvil en marcha. Declara que la investigación
de las causas de sus lesiones estuvo a cargo de las mismas personas que investigaron
las acusaciones penales contra él. Niega que haya tratado de escapar
saltando de un automóvil en movimiento y califica de mentira la afirmación
de que quemó un tercio de su cuerpo volcando sobre él el té
hirviendo que estaba bebiendo. Declara además que esto se podía
haber determinado fácilmente si hubiera habido una audiencia judicial
sobre su causa.
13.5. El Sr. Tsiklauri declara además que, con excepción de las
confesiones que hizo como resultado de la tortura, en todos los testimonios
que dio en presencia de su abogado negó toda culpa. Declara que el Tribunal
nunca se tomó la molestia de comprobar si los testimonios de la investigación
preliminar habían sido dados efectivamente por él. Explica, además,
que como no se le permitió estar presente durante las actuaciones judiciales,
no pudo prestar testimonio, interrogar a testigos ni presentar pruebas de su
inocencia.
13.6. Impugna también la observación del Estado Parte de que nunca
informó a los representantes de las organizaciones internacionales de
que fue sometido a torturas. Afirma que hizo declaraciones en ese sentido en
el Tribunal, y también a Human Rights Watch/Helsinki y al British Human
Rights Helsinki Group. Hace referencia también a un informe sobre la
tortura en Georgia, a la declaración de Batiashvili's en la cadena nacional
de televisión el 17 de agosto de 1992, a un artículo aparecido
en un diario el 27 de agosto de 1992 y a una entrevista con el British Human
Rights Helsinki Group. El Sr. Tsiklauri se refiere también a la declaración
que prestó ante el experto médico el 18 de agosto de 1992, aparentemente
reflejada en el expediente de su causa, de que el 7 de agosto de 1992 fue fuertemente
golpeado por personas desconocidas. Se refiere también a una carta dirigida
a la Oficina del Fiscal por la KGB, en la que esta última dice que la
declaración del Sr. Batiashvili el 17 de agosto se basa en una reunión
que tuvo ese mismo día con Tsiklauri en la celda de detención
preventiva, cuando Tsiklauri denunció que había sido golpeado
y luego torturado con agua hirviendo por personas desconocidas. Se remite también
a los testimonios presentados en las audiencias judiciales por Gedevan Gelbakhiani,
Gela Mechedilishvili y Gia Khakhviashvili, que confirman que fue torturado.
13.7. El Sr. Tsiklauri declara que después de la aparición del
jefe de la KGB en la televisión, se creó una Comisión Especial
para realizar una investigación. Afirma que su estado de salud era grave,
que tenía múltiples fracturas de huesos y que había perdido
parcialmente el habla. Agrega que no fue transferido al hospital de la cárcel
hasta que firmó los testimonios falsos. Más tarde, durante uno
de los interrogatorios ordinarios en presencia de su abogado, negó las
declaraciones que había hecho a raíz de las torturas.
l3.8. El Sr. Tsiklauri sostiene que no tuvo acceso a todos los materiales de
la causa.
13.9. El Sr. Tsiklauri dice que no contó con un letrado al comienzo de
su detención, y que sólo en octubre de 1992 pudo contratar a un
abogado. El 22 de marzo de 1994 pidió al Tribunal que permitiera a su
esposa, Nino Natvlishvili, que actuara como su representante legal en la audiencia.
Esta petición fue rechazada por el Tribunal, porque la letrada necesitaría
más tiempo para familiarizarse con los materiales de la causa y eso demoraría
el juicio. Cuando Tsiklauri dijo que no se necesitaba tiempo adicional, el Tribunal
mantuvo su denegación de la petición. El 4 de abril de 1994, el
abogado Nizharadze, a quien el Tribunal ordenó que continuara la defensa
del Sr. Tsiklauri, presentó una moción pidiendo su remoción
de la defensa de Tsiklauri, dado que el acuerdo entre él y el acusado
había sido anulado. El Tribunal se negó, según el autor
en violación de la ley, y el abogado manifestó al Tribunal que
no podía defenderlo contra su voluntad. El juez se dirigió luego
al Colegio de Abogados, para informar que el letrado no había cumplido
la orden del Tribunal de asumir la defensa de Tsiklauri. El abogado fue posteriormente
expulsado del Colegio de Abogados, y desde ese momento no puede ejercer su profesión.
El 8 de julio de 1994, el Tribunal nombró a un nuevo abogado, el Sr.
G. Kapanadze, a quien señaló de plazo hasta el 29 de julio para
estudiar los expedientes. Aunque no se negó a asumir la defensa, el abogado
manifestó públicamente que el Sr. Tsiklauri no le tenía
confianza y que, en consecuencia, de hecho no tenía abogado defensor.
Dejó bien en claro que no se negaba a asumir la defensa por temor a ser
excluido del foro. El 9 de febrero de 1995, el abogado declaró ante el
Tribunal que el acusado no lo quería como abogado, que no tenía
contacto con él, y que tenía el derecho a elegir a su propio abogado
y a rechazar a un letrado aún en esa etapa de las actuaciones. Declaró
que la decisión del Tribunal de negarle el abogado de su elección
violaba sus derechos.
13.10. A este respecto, el Sr. Tsiklauri declara que fue el propio Tribunal
el que demoró el juicio, y que eran los acusados los que exigían
que se respetaran los plazos del juicio. Según el autor, el juez no consideró
ninguna de las demandas legales de los acusados, creando situaciones de estrés
y violando abiertamente la ley. Supuestamente el juez dijo que la ley se había
promulgado para audiencias normales y no para actuaciones anormales. Se alega
que los tribunales de Georgia no son independientes sino que están subordinados
al Gobierno. En este contexto, se hace referencia a las declaraciones del Presidente
de la Corte Suprema de Georgia.
13.11. El Sr. Tsiklauri declara que nunca violó ninguna orden judicial
durante el juicio y que no había motivos para excluirlo de las actuaciones.
Declara que el juez no quería que estuviese presente porque no quería
acceder a sus demandas legales. Declara que el incidente en que todos dieron
las espaldas al juez se produjo cuando éste decidió ordenar a
uno de los acusados que saliera de la sala, porque había pedido asistencia
especial en razón de que sufría de sordera parcial causada por
la tortura. Todos los acusados fueron desalojados por el juez. Después
de tres meses se les permitió que volvieran a las audiencias del Tribunal,
pero el juez siguió rechazando las peticiones legales de los acusados.
El Sr. Tsiklauri declara que fue desalojado de la sala en razón de una
"sonrisa cínica". No se le permitió volver y, por consiguiente
no tuvo oportunidad de defenderse.
El caso del Sr. Petre G. Gelbakhiani
14.1. El Estado Parte sostiene que el Sr. Gelbakhiani fue condenado por bandidaje,
preparación de actos de terrorismo, preparación de acciones de
diversión con el fin de debilitar a la República de Georgia y
asesinato premeditado de varios individuos e intento de asesinato con circunstancias
agravantes. Tras haber sido condenado a muerte, el 25 de julio de 1997 su condena
se conmutó a 20 años de reclusión.
14.2. El Estado Parte rechaza la denuncia del Sr. Gelbakhiani de que fue condenado
por sus opiniones políticas y hace hincapié en que fue condenado
por haber cometido delitos penales.
14.3. El Estado Parte reitera que el Sr. Gelbakhiani y el Sr. Domukovsky fueron
arrestados en Azerbaiyán en virtud de un acuerdo entre Georgia y Azerbaiyán.
La orden de detención del Sr. Gelbakhiani fue emitida por el Fiscal General
el 30 de septiembre de 1992, y el acusado fue arrestado el 6 de abril de 1993.
14.4. Según el Estado Parte, no se ha demostrado que el Sr. Gelbakhiani
haya sido sometido a coacción mental y física durante la investigación
preliminar.
14.5. En cuanto al procedimiento de examen, se ha determinado que no se produjeron
violaciones de procedimiento en la investigación preliminar ni en las
actuaciones judiciales.
14.6. El Estado Parte explica que el juicio tuvo lugar en público y que
la entrada a la sala y la asistencia se limitaron sólo cuando no había
más lugar.
14.7. El Estado Parte sostiene que el Sr. Gelbakhiani recibió una copia
de las acusaciones contra él, en plena consonancia con la ley. Una vez
terminadas las investigaciones preliminares, el Sr. Gelbakhiani y los otros
acusados, examinaron los expedientes junto con sus abogados. El Estado Parte
señala que en las solicitudes presentadas no se menciona la necesidad
de consultar material adicional. Antes del juicio, Gelbakhiani pidió
consultar los expedientes de la causa; el Tribunal accedió a esa petición
y le facilitó los archivos disponibles en ese momento desde el 13 de
octubre de 1993 hasta el 6 de enero de 1994. Durante ese período, las
actuaciones judiciales estuvieron suspendidas.
l4.8. El Estado Parte sostiene que el Sr. Gelbakhiani gozó sin restricciones
del derecho a defenderse durante todas las investigaciones preliminares y las
actuaciones judiciales, y que tuvo oportunidad de escoger a su propio abogado
defensor. A tal fin, el Tribunal le permitió reunirse con miembros de
su familia para escoger al abogado. El Sr. Gelbakhiani escogió como defensor
al Sr. I. Konstantinidi, del 24 de septiembre de 1993 en adelante. Este abogado
también lo había defendido durante las investigaciones preliminares.
El 16 de febrero de 1994 el Sr. Konstantinidi pidió al Tribunal que lo
excusara del caso, pero el Tribunal se negó, considerando que la solicitud
era un intento de demorar las actuaciones.
14.9. En este contexto, el Estado Parte señala que el juicio duró
un año y cinco meses, pero que el Tribunal examinó la causa sólo
durante seis meses. El resto del tiempo, la consideración de la causa
se demoró debido a solicitudes injustificadas de los acusados.
14.10. Con respecto a la denuncia del Sr. Gelbakhiani de que el juicio se celebró
en su ausencia, el Estado Parte se refiere a las explicaciones dadas respecto
de la causa del Sr. Domukovsky (véase el párrafo 10.11).
14.11. En cuanto a la legitimidad de la condena a muerte, el Estado Parte explica
que en la declaración del Soviet Supremo de la República de Georgia
del 21 de febrero de 1992 se reconoce la supremacía de la Constitución
de Georgia democrática del 21 febrero de 1921 y se establecen los procedimientos
para su aplicación, teniendo en cuenta las condiciones imperantes en
la actualidad. De conformidad con el primer párrafo de la ordenanza aprobada
por el Consejo del Estado el 24 de febrero de 1992, la legislación existente
en ese momento se aplicaría en la República de Georgia hasta que
la legislación actual se pusiera en consonancia con los principios de
la Constitución de Georgia. Además, el 11 de junio de 1992 el
Consejo del Estado emitió una ordenanza explicando que la legislación
existente, incluido el sistema de sanciones establecido en el Código
Penal, que dispone la pena de muerte, estaba en vigor en el territorio de la
República de Georgia. El Estado Parte sostiene, por lo tanto, que no
está justificada la denuncia de Gelbakhiani de que la condena a muerte
se le impuso en violación de la Constitución en vigor en ese momento.
15.1. En sus comentarios, el Sr. Gelbakhiani explica que salió de Georgia
debido a sus opiniones políticas y que recibió permiso para vivir
en Azerbaiyán. El 6 de abril de 1993, 30 personas armadas rodearon su
casa y lo secuestraron junto con el Sr. Domukovsky. Afirma que no se le mostró
la orden de detención y que fue trasladado a Georgia ilegalmente.
l5.2. Sostiene que durante su detención fue golpeado y que en su cara
tiene todavía las cicatrices. Durante el interrogatorio fue sometido
a presión psicológica y los interrogadores amenazaron a los miembros
de su familia. Declara que fue mantenido en el pabellón de detención
durante dos meses, mientras que según la ley el período máximo
de detención es de tres días.
l5.3. Declara que durante el juicio se violaron los principios de las garantías
procesales y que no se permitió a ciudadanos ordinarios asistir al juicio.
Declara además que se violó el principio de la presunción
de inocencia, dado que el Presidente de la República llamó asesinos
a los acusados y exigió la aplicación de la pena de muerte.
l5.4. Reitera además que se le negó acceso a los documentos del
denominado caso Kvareli, que inicialmente iba a ser juzgado junto con el suyo
pero que luego fue separado.
l5.5. El 28 de enero de 1994 el Sr. Gelbakhiani decidió anular el acuerdo
con su abogado en razón de las difíciles relaciones de trabajo
con el Tribunal. El acuerdo fue anulado el 28 de enero de 1994, pero el Tribunal
no accedió a esta petición y el 16 de febrero de 1994 nombró
nuevamente al mismo abogado. Cuando el abogado presentó una protesta,
el Colegio de Abogados confirmó la decisión del Tribunal el 21
de febrero de 1994. El Sr. Gelbakhiani sostiene que, al haber estado asesorado
por un abogado defensor al que había despedido, se le negó la
libertad para elegir al abogado defensor y, de hecho, no tuvo asistencia letrada.
l5.6. Según el Sr. Gelbakhiani, el 25 de febrero de 1992 se restituyó
la Constitución de 1921, en la que se abolía la pena de muerte.
Esta siguió siendo la situación jurídica hasta el 17 de
junio de 1992. Dado que el incidente por el que fue condenado tuvo lugar el
14 de junio de 1992, la pena de muerte no se puede aplicar legalmente a su caso.
El caso del Sr. Irakli Dokvadze
16.1. El Estado Parte explica que el Sr. Dokvadze fue declarado culpable de
bandidaje, preparación de actos terroristas y actos destinados a crear
confusión para debilitar la República de Georgia, así como
del asesinato de varias personas y de intento de asesinato con circunstancias
agravantes. Fue condenado a la pena de muerte. El 25 de julio de 1997, le fue
conmutada la sentencia por 20 años de prisión.
16.2. El Estado Parte comunica que la denuncia del Sr. Dokvadze de que se vio
obligado a prestar declaración bajo coacción física y mental
no quedó demostrada durante el examen judicial del caso. El Estado Parte
explica que durante la investigación preliminar el Sr. Dokvaze no hizo
mención alguna de que se le hubiera infligido torturas o presiones psicológicas
a pesar de que en varias ocasiones se reunió en privado con su abogado
y, de este modo, tuvo la oportunidad de apelar ante las autoridades o ante las
organizaciones internacionales de derechos humanos, con cuyos representantes
también se entrevistó. El Estado Parte informa de que el 8 de
septiembre de 1992 fue entrevistado por televisión y reconoció
sus crímenes. Además, durante la investigación preliminar
fue interrogado en presencia de un abogado y redactó él mismo
su confesión, leyó los informes de los interrogatorios, añadió
sus comentarios y firmó la declaración, refrendando su exactitud.
Sobre esta base, el tribunal concluyó que no quedada probado que se hubiera
infligido violencia al acusado.
16.3. Con respecto a la denuncia de que el juicio se celebró en ausencia
del acusado, el Estado Parte se refiere a sus explicaciones en el caso del Sr.
Domukovsky (véase el párrafo 10.11).
17. No se han recibido observaciones del Sr. Dodvadze, pese a que se le envió
un recordatorio el 20 de noviembre de 1997.
Cuestiones y procedimientos ante el Comité
18.1. El Comité de Derechos Humanos ha examinado la presente comunicación
a la luz de toda la información que le proporcionaron las partes, como
se prevé en el párrafo 1 del artículo 5 del Protocolo Facultativo.
18.2. Con respecto a las denuncias formuladas por el Sr. Domukovsky y el Sr.
Gelbakhiani en el sentido de que fueron detenidos ilegalmente cuando se encontraban
en Azerbaiyán, el Comité toma nota de que el Estado Parte ha informado
de que fueron detenidos a raíz de un acuerdo con las autoridades de Azerbaiyán
sobre cooperación en asuntos criminales. El Estado Parte no ha proporcionado
información específica sobre el acuerdo, ni sobre sus modalidades
de aplicación al presente caso. El abogado del Sr. Domukovsky, sin embargo,
ha presentado una carta del Ministerio del Interior de Azerbaiyán en
la que se afirmaba no tener conocimiento de que se hubiese pedido su detención.
A falta de una explicación más concreta del Estado Parte en cuanto
al fundamento jurídico de su detención en Azerbaiyán, el
Comité considera que debe darse la debida consideración a las
afirmaciones detalladas de los autores y considera que su detención fue
ilegal, en violación del párrafo 1 del artículo 9 del Pacto.
18.3. En consecuencia, el Comité no tiene que pasar a examinar la cuestión
de si la detención del Sr. Domukovsky fue también ilegal a causa
de la inmunidad parlamentaria que éste aduce o de si se violó
el artículo 25 del Pacto.
18.4. El Sr. Tsiklauri alega que se le detuvo ilegalmente en agosto de 1992
y que no le mostró la orden de detención hasta después
de haber transcurrido un año desde que fuera detenido. El Estado Parte
ha negado este particular, informó que fue detenido en agosto de 1993,
pero no trata detalladamente la denuncia ni proporciona documento alguno para
rebatirla. A falta de información proporcionada por el Estado Parte,
acerca de la fecha en que se le mostró al Sr. Tsiklauri la orden de detención
y la fecha en que se le leyó el acta de acusación, y a falta de
respuesta a la denuncia del autor de que se le mantuvo detenido por un año
antes de que se emitiera la orden de detención, el Comité considera
que debe darse la debida consideración a la denuncia del autor. Por consiguiente,
el Comité concluye que, en el caso del Sr. Tsiklauri, se ha violado el
párrafo 2 del artículo 9.
18.5. En cuanto a la reclamación del Sr. Tsiklauri de que las acusaciones
formuladas en su contra estaban cubiertas por el decreto de amnistía
de 3 de agosto de 1992, el Comité considera que la información
de que dispone no le permite llegar a ninguna conclusión al respecto
y concluye que el autor no ha sustanciado su reclamación.
18.6. Cada uno de los autores ha denunciado que fue objeto de tortura y maltratos,
incluidas palizas brutales y presiones físicas y morales, que en el caso
del Sr. Domukovsky provocaron una conmoción cerebral, al Sr. Tsiklauri
le causaron conmoción cerebral, rotura de huesos, heridas y quemaduras,
al Sr. Gelbekhiani cicatrices y en el caso del Sr. Dokvadze supusieron tanto
torturas como amenazas a su familia. El Estado Parte ha negado que se hubiere
torturado, e indicó que el examen judicial puso de relieve que las denuncias
carecían de fundamento. Sin embargo, no indicó la manera en que
el tribunal investigó las denuncias, ni proporcionó copias de
informes médicos al respecto. En particular, con respecto a la denuncia
del Sr. Tsiklauri, el Estado Parte no ha contestado a la denuncia, limitándose
a referirse a una investigación que supuestamente concluyó que
el Sr. Tsiklauri había saltado de un vehículo en marcha y que
se había derramado té caliente encima. El Comité no recibió
copia alguna de dicha investigación y el Sr. Tsiklauri ha impugnado las
conclusiones de la investigación, que según dice fue realizada
por oficiales de policía sin que se hubiera nunca celebrado una audiencia
ante un tribunal. En vista de las circunstancias, el Comité considera
que los hechos de que dispone prueban que los autores fueron sometidos a tortura
y a un trato cruel e inhumano, en violación del artículo 7 y del
párrafo 1 del artículo 10 del Pacto.
18.7. El Comité ha tomado nota de la denuncia del Sr. Domukovsky en el
sentido de que no recibió una copia del acta de acusación en ruso
y que se le negaron los servicios de un intérprete; habida cuenta de
que su nacionalidad es rusa y no georgiana. El Estado Parte ha respondido que
el Tribunal llegó a la conclusión de que el autor comprendía
perfectamente el idioma georgiano y además se dice que el autor redactó
sus declaraciones en georgiano. El abogado del autor ha señalado que
hizo sus estudios e investigaciones en ruso, pero no ha demostrado que no tuviera
conocimientos suficientes de georgiano. En estas circunstancias, el Comité
concluye que la información de que dispone no prueba que haya sido violado
el derecho del Sr. Domukovsky en virtud del apartado f) del párrafo 3
del artículo 14, que prevé la asistencia gratuita de un intérprete,
si no comprende o no habla el idioma empleado en el tribunal.
18.8. Con respecto a la cuestión de si los autores tuvieron acceso a
todo el material utilizado en el juicio contra ellos, el Comité observa
que la información de que dispone no le permite pronunciarse sobre el
particular. El Comité considera que los autores no han sustanciado su
pretensión.
18.9. El Comité observa que no se ha desmentido el hecho de que los autores
fueron obligados a estar ausentes durante largos períodos del juicio,
y que en parte de su proceso el Sr. Domukovsky carecía de representación
letrada, mientras que tanto el Sr. Tsiklauri como el Sr. M. Gelbakhiani estuvieron
representados por abogados cuyos servicios habían rechazado, y no se
les permitió defenderse ellos mismos o estar representados por abogados
de su elección. El Comité afirma que en un juicio en que pueda
imponerse la pena de muerte, como era la situación en que se encontraba
cada uno de los autores, el derecho a la defensa es inalienable y debe observarse
en todos los casos y sin excepción. Ello implica el derecho a estar presente
en el juicio, a ser defendido por un abogado de su propia elección y
no ser obligado a aceptar que se le designe un abogado de oficio / Véanse,
entre otros, los dictámenes del Comité respecto de las comunicaciones
Nos. 52/1979, Sadías de López c. el Uruguay, (dictamen aprobado
el 29 de julio de 1981) y 74/1980, Estrella c. el Uruguay (dictamen aprobado
el 29 de marzo de 1983). Véase también 232/1987, Pinto c. Trinidad
y Tabago, dictamen aprobado el 20 de julio de 1990./. En este caso, el Estado
Parte no ha demostrado que tomó todas las medidas razonables para que
los autores estuviesen presentes en todo momento en el juicio, pese a su presunta
conducta perturbadora. Tampoco garantizó el Estado Parte que cada uno
de los autores estuviese defendido en todo momento por un abogado de su elección.
Por consiguiente, el Comité concluye que los hechos del caso revelan
una violación del apartado d) del párrafo 3 del artículo
14.
18.10. El Sr. Gelbakhiani ha alegado que la pena de muerte que se le impuso
a él y al Sr. Dokvadze era ilegal por que la Constitución en vigor
en el momento en que los crímenes se cometieron no permitía la
pena de muerte. El Estado Parte ha argumentado que, en virtud de decreto del
Consejo de Estado, esa disposición de la Constitución no era aplicable
y que, por consiguiente, la pena de muerte seguía en vigor. El Comité
expresa su preocupación por el hecho de que derechos básicos,
tales como los previstos en la Constitución, hubieran podido ser derogados
por decreto del Consejo de Estado. Sin embargo, a falta de información
precisa y habida cuenta de la conmutación de la pena de muerte contra
los autores, el Comité no necesita entrar a considerar si la imposición
de la pena de muerte en el presente caso era efectivamente ilegal por las razones
expuestas por los autores. No obstante, el Comité recuerda que la imposición
de una pena de muerte a raíz de la celebración de un juicio en
el curso del cual no se han respetado las disposiciones del Pacto constituye,
si no es posible una apelación contra la sentencia, una violación
del artículo 6 del Pacto.
18.11. El Comité observa que, de conformidad con la información
que obra en su poder, los autores no podían apelar el fallo condenatorio
y la pena, pero que la ley prevé únicamente una revisión
judicial, que aparentemente se realiza sin una audiencia pública y versa
únicamente sobre cuestiones de derecho. El Comité opina que esta
clase de revisión no reúne los requisitos previstos en el párrafo
5 del artículo 14 del Pacto, en que se requiere una evaluación
plena de las pruebas y de las incidencias del juicio y que se vulneró
esta disposición respecto de cada uno de los autores.
18.12. El Comité concluye que no han quedado probadas las alegaciones
de los autores de que se les negó un juicio público, se violó
la presunción de inocencia, los tribunales no eran imparciales y fueron
procesados en violación de su derecho a la libertad de opinión
y expresión, y que se violó su libertad de asociación.
19. El Comité de Derechos Humanos, actuando en virtud del párrafo
4 del artículo 5 del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, opina que los hechos que obran en su poder
revelan una violación del artículo 7, del párrafo 1 del
artículo 10, del apartado d) del párrafo 3 y del párrafo
5 del artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
con respecto a cada uno de los autores, así como una violación
del párrafo 1 del artículo 9 con respecto al Sr. Domukovsky y
al Sr. Gelbekhiani, y del párrafo 2 del artículo 9 con respecto
al Sr. Tsiklauri.
20. El Comité opina que, en virtud del apartado a) del párrafo
3 del artículo 2 del Pacto, los autores tienen derecho a un recurso eficaz,
que incluya su puesta en libertad. El Estado Parte tiene la obligación
de velar porque violaciones similares no se produzcan en el futuro.
21. Considerando que, al pasar a ser Parte en el Protocolo Facultativo, el Estado
Parte ha reconocido la competencia del Comité para determinar si ha habido
una violación del Pacto y que, de conformidad con el artículo
2 del Pacto, el Estado Parte se ha comprometido a asegurar a todos los individuos
que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción
los derechos reconocidos en el Pacto y a proporcionar un recurso efectivo y
aplicable cuando se compruebe una violación, el Comité desea recibir
del Estado Parte, en un plazo de 90 días, información acerca de
las medidas que haya adoptado para dar efecto al presente dictamen del Comité.
______________
* Los siguientes miembros del Comité participaron en el examen de las presentes comunicaciones: Sr. Nisuke Ando, Sr. Prafullachandra N. Bhagwati, Sr. Thomas Buergenthal, Sra. Christine Chanet, Lord Colville, Sr. Omran El Shafei, Sra. Elizabeth Evatt, Sr. Eckart Klein, Sr. David Kretzmer, Sr. Rajsoomer Lallah, Sra. Cecilia Medina Quiroga, Sr. Fausto Pocar, Sr. Julio Prado Vallejo, Sr. Martin Scheinin, Sra. Maxwell Yalden y Sr. Abdallah Zakhia.
[Aprobado en español, francés e inglés, siendo el texto
inglés la versión original. Se publicará posteriormente
en árabe, chino y ruso como parte del informe anual del Comité
a la Asamblea General.]